Las Crónicas de Las 24 horas Nº3 – Las primeras 6 horas
DespuĂ©s de mas o menos una hora corriendo, Siscu me trajo el segundo reloj para probar. TodavĂa nadie sabĂa bien como funcionaba, pero parecĂa que habĂan conseguido hacerlo hacer algo. Mientras corrĂa a mi lado, lo atĂ© en mi muñeco y empecĂ© a controlarlo. DespuĂ©s de una a dos vueltas me di cuenta que este reloj no me iba a ayudar mucho mas que mi propio reloj que estaba roto. PerdĂa continuamente el satĂ©lite y se cerraba, y cuando tenĂa satĂ©lite, la velocidad saltaba igual que el mĂo.
El hecho de tener que seguir controlando todo tanto, de tener que ajustar el reloj, re ajustarlo y re controlar, empezaba a cansarme. DespuĂ©s de varias horas de esto habĂa encontrado un hueco de unos 10 metros donde parecĂa que marcaba bien mi ritmo, pero ni eso era seguro, y tenĂa miedo que seguĂa demasiado rápido. Empezaba a estar harta de tanto preocupaciĂłn con el reloj.
El paso que me habĂa puesto tenĂa incluido 5 minutos cada hora parada para lavabo, cambios de ropa etc, pero durante las primeras 6 horas no parĂ© ni una vez. Este hecho me preocupaba por dos motivos. Uno fue porque como no estaba parando significaba que el ritmo estaba demasiado rápido. El segundo preocupaciĂłn fue porque no sabĂa porque no tenĂa que para ir al lavabo aunque estaba bebiendo suficiente agua. Algo no iba bien con el tema de hidrataciĂłn. Me forcĂ© en beber mas y mas agua para asegurar que no iba a tener problemas de hidrataciĂłn.
Empezaba a sentirme muy cansada y mas preocupada aun con cada hora que pasaba. SabĂa que al ver como iba, parecĂa que iba estupendamente bien, en realidad nada era seguro. Los cálculos me tenĂan batiendo mi record con muchos kilĂłmetros, pero yo tenĂa la sensaciĂłn que todo no estaba bien, y tenĂa mucho miedo de lo que iba a tener que afrontar durante las prĂłximas horas, y cuando acercaba la noche.
El tiempo, que al comienzo del desafĂo habĂa sido fenomenal, cambiĂł rápidamente. Nubes negros y amenazantes acercaron, nos pasaron y despuĂ©s pararon cerca. OĂmos los truenos y empezĂł un viento que iba aumentando en fuerza y cambiando direcciĂłn cada hora. TodavĂa esperaba que las predicciones meteorolĂłgicas iban a ser correctas – que iba a tener una noche clama y seca y que el dĂa de sábado iba a ser soleado y bonito…
La soleada y la monotonĂa de la pista empezaba a ser muy duro tambiĂ©n, y empezaba a luchar para mantener el optimismo. Los que me conocĂ©is sabĂ©is que para mi esto es muy raro – en general no tengo problema de enfocarme en lo positivo. Pero todo el optimismo del mundo, todo el pensamiento positivo y todo el buen planning no me iba a ayudar en este reto – iba a tener que afrontar muchos problemas durante las horas siguientes. SabĂa esto ya cuando pase la distancia de maratĂłn con 4 horas y pico y lo sabĂa mejor aun cuando el reloj mostraba las 6 horas. Estaba agotada y estaba pasando el primer bajĂłn de las 24 horas – todavĂa me quedaban 18 horas…
A kilometrar!